¿Por qué comercian las naciones?
Se podrÃa argumentar que la mejor manera de proteger a los trabajadores y la economÃa nacional es detener el comercio con otras naciones. Entonces todo el flujo circular de insumos y productos se quedarÃa dentro de nuestras fronteras. Pero si decidiéramos hacer eso, ¿cómo obtendrÃamos recursos como el cobalto y los granos de café? Estados Unidos simplemente no puede producir algunas cosas, y no puede fabricar algunos productos, como el acero y la mayorÃa de la ropa, a los bajos costes a los que estamos acostumbrados. El hecho es que las naciones, como las personas, son buenas produciendo cosas diferentes: puede que a uno se le dé mejor cuadrar un libro de cuentas que reparar un coche. En ese caso, te beneficias "exportando" tus servicios de contabilidad e "importando" las reparaciones de coches que necesitas de un buen mecánico. Los economistas denominan ventaja a este tipo de especialización.
Ventaja absoluta
Un paÃs tiene una ventaja absoluta cuando puede producir y vender un producto a un coste inferior al de cualquier otro paÃs o cuando es el único paÃs que puede suministrar un producto. Estados Unidos, por ejemplo, tiene una ventaja absoluta en naves espaciales reutilizables y otros artÃculos de alta tecnologÃa.
Supongamos que Estados Unidos tiene una ventaja absoluta en sistemas de control del tráfico aéreo para aeropuertos con mucho tráfico y que Brasil tiene una ventaja absoluta en café. Estados Unidos no tiene el clima adecuado para cultivar café y Brasil carece de la tecnologÃa para desarrollar sistemas de control del tráfico aéreo. Ambos paÃses ganarÃan intercambiando sistemas de control aéreo por café.
Ventaja comparativa
Aunque Estados Unidos tuviera una ventaja absoluta tanto en café como en sistemas de control del tráfico aéreo, deberÃa especializarse y dedicarse al comercio. ¿Por qué? La razón es el principio de la ventaja comparativa, según el cual cada paÃs debe especializarse en los productos que puede producir con mayor facilidad y a menor coste, e intercambiar esos productos por bienes que los paÃses extranjeros puedan producir con mayor facilidad y a menor coste. Esta especialización garantiza una mayor disponibilidad de productos y precios más bajos.
Por ejemplo, India y Vietnam tienen una ventaja comparativa en la producción de prendas de vestir debido a sus menores costes laborales. Japón tiene desde hace tiempo una ventaja comparativa en la electrónica de consumo debido a sus conocimientos tecnológicos. Estados Unidos tiene ventaja en programas informáticos, aviones, algunos productos agrÃcolas, maquinaria pesada y motores a reacción.
Asà pues, la ventaja comparativa actúa como estÃmulo para el comercio. Cuando las naciones permiten a sus ciudadanos comerciar con los bienes y servicios que deseen sin regulación gubernamental, existe libre comercio. El libre comercio es la polÃtica que permite a las personas y empresas de un paÃs comprar y vender donde les plazca sin restricciones. Lo contrario del libre comercio es el proteccionismo, en el que una nación protege sus industrias nacionales de la competencia exterior estableciendo barreras artificiales como aranceles y cuotas. En la próxima sección veremos las distintas barreras, algunas naturales y otras creadas por los gobiernos, que restringen el libre comercio.
El miedo al comercio y la globalización
Las continuas protestas durante las reuniones de la Organización Mundial del Comercio y las protestas durante las convocatorias del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (las tres organizaciones se analizan más adelante en el capÃtulo) demuestran que mucha gente teme el comercio mundial y la globalización. ¿Qué temen? Los aspectos negativos del comercio mundial son los siguientes:
Millones de estadounidenses han perdido su empleo debido a las importaciones o al desplazamiento de la producción al extranjero. La mayorÃa encuentra un nuevo empleo, pero a menudo peor pagado.
Otros millones temen perder su empleo, especialmente en aquellas empresas que operan bajo la presión de la competencia.
Los empresarios suelen amenazar con exportar puestos de trabajo si los trabajadores no aceptan recortes salariales.
Los empleos de servicios y de cuello blanco son cada vez más vulnerables a la deslocalización.
Enviar puestos de trabajo nacionales a otro paÃs se denomina externalización, un tema que puedes estudiar más a fondo. Muchas empresas estadounidenses, como Dell, IBM y AT&T, han establecido centros de atención telefónica en India, Filipinas y otros paÃses. Ahora incluso los trabajos de ingenierÃa e investigación y desarrollo se externalizan. La subcontratación y los "empleos estadounidenses" fueron una parte importante de las elecciones presidenciales de 2016 con el plan de Carrier de cerrar una planta en Indianápolis y abrir una nueva planta en México. Aunque la intervención del presidente Trump logró que 800 empleos permanecieran en Indianápolis, Carrier informó al estado de Indiana que recortará 632 trabajadores de su fábrica de Indianápolis. Los empleos manufactureros se trasladarán a Monterrey, México, donde el salario mÃnimo es de $3,90 al dÃa.
Entonces, ¿la externalización es buena o mala? Si pierde su empleo, obviamente es malo para usted. Sin embargo, algunos economistas afirman que genera bienes y servicios más baratos para los consumidores estadounidenses porque los costes son más bajos. Además, deberÃa estimular las exportaciones a paÃses de rápido crecimiento. Nadie sabe cuántos puestos de trabajo se perderán a causa de la externalización en los próximos años. Según las estimaciones, en 2015 se externalizaron casi 2,4 millones de empleos en Estados Unidos16.
Beneficios de la globalización
Una mirada más atenta revela que la globalización ha sido el motor que ha creado empleo y riqueza. Entre los beneficios del comercio mundial figuran los siguientes:
La productividad crece más rápidamente cuando los paÃses producen bienes y servicios en los que tienen una ventaja comparativa. El nivel de vida puede aumentar más rápidamente. Uno de los problemas es que los grandes paÃses del G-20 han añadido más de 1.200 medidas restrictivas a la exportación y la importación desde 2008.
La competencia mundial y las importaciones baratas mantienen los precios bajos, por lo que es menos probable que la inflación detenga el crecimiento económico. Sin embargo, en algunos casos esto no funciona porque los paÃses manipulan su moneda para obtener una ventaja en los precios.
Una economÃa abierta estimula la innovación con ideas frescas procedentes del extranjero.
Mediante la infusión de capital y tecnologÃa extranjeros, el comercio mundial brinda a los paÃses pobres la oportunidad de desarrollarse económicamente extendiendo la prosperidad.
Se comparte más información entre dos socios comerciales que inicialmente pueden no tener mucho en común, incluido el conocimiento de las culturas y costumbres locales, lo que puede ayudar a las dos naciones a ampliar sus conocimientos colectivos y aprender formas de competir globalmente.