Consecuencias del tiempo de viaje de la luz

Hay otra razón por la que la velocidad de la luz es una unidad de distancia tan natural para los astrónomos. La información sobre el universo nos llega casi exclusivamente a través de diversas formas de luz, y toda esa luz viaja a la velocidad de la luz, es decir, 1 año-luz cada año. Esto impone un límite a la rapidez con la que podemos conocer los acontecimientos del universo. Si una estrella está a 100 años-luz de distancia, la luz que vemos de ella esta noche salió de esa estrella hace 100 años y está llegando ahora a nuestro vecindario. Lo más pronto que podemos conocer cualquier cambio en esa estrella es 100 años después del hecho.

 

Figura 1.5 Telescopio en órbita. El telescopio espacial Hubble, en órbita alrededor de la Tierra, es uno de los muchos instrumentos astronómicos en el espacio. (Crédito: modificación de un trabajo de la Agencia Espacial Europea)

Como muchos de nosotros estamos acostumbrados a las noticias instantáneas de Internet, algunos pueden encontrar esto frustrante.

"¿Quieres decir que cuando vea esa estrella de ahí arriba", preguntas, "no sabré lo que está pasando realmente allí hasta dentro de 500 años?".

Pero ésta no es la forma más útil de ver la situación. Para los astrónomos, ahora es cuando nos llega la luz aquí en la Tierra. No podemos saber nada de esa estrella (u otro objeto) hasta que nos llega su luz.

Pero lo que al principio puede parecer una gran frustración es en realidad una tremenda ventaja encubierta. Si los astrónomos quieren realmente reconstruir lo que ha sucedido en el universo desde su comienzo, deben encontrar pruebas sobre cada época (o período de tiempo) del pasado. ¿Dónde podemos encontrar hoy pruebas de acontecimientos cósmicos que ocurrieron hace miles de millones de años?

El retraso en la llegada de la luz proporciona una respuesta a esta pregunta. Cuanto más lejos miramos en el espacio, más tiempo ha tardado la luz en llegar y más tiempo hace que salió de su lugar de origen. Al mirar a miles de millones de años luz en el espacio, los astrónomos ven en realidad miles de millones de años en el pasado. De este modo, podemos reconstruir la historia del cosmos y hacernos una idea de cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo.

Ésta es una de las razones por las que los astrónomos se esfuerzan en construir telescopios que puedan recoger cada vez más luz tenue del universo. Cuanta más luz recogemos, más débiles son los objetos que podemos observar. Por término medio, los objetos más débiles están más lejos y pueden, por tanto, hablarnos de periodos de tiempo aún más profundos en el pasado. Instrumentos como el Telescopio Espacial Hubble (Figura 1.5) y el Very Large Telescope de Chile (del que aprenderás en el capítulo sobre Instrumentos Astronómicos), están proporcionando a los astrónomos vistas del espacio profundo y del tiempo profundo mejores que las que hemos tenido hasta ahora.